Muro de peticiones

Estoy aquí contigo en tu hogar

Estoy aquí contigo en tu hogar

Sé que en este momento, tu corazón está inquieto por las preocupaciones en tu hogar, por esa dificultad que hoy pesa sobre tu familia. Te miro, veo tu dolor y tu anhelo de paz. Y quiero que sepas esto con toda la certeza de tu alma: estoy aquí, contigo, en medio de cada desafío.

No he prometido una vida sin valles de sombra, pero sí he prometido estar a tu lado en cada paso del camino. Esta situación que hoy te aflige no me es ajena. Conozco las lágrimas que has derramado, las palabras que te duelen, la distancia que a veces parece crecer. Permíteme recordarte que el amor que te tengo a ti y a cada miembro de tu familia es infinito e incondicional.

Recuerda que la familia, esa que tanto amas, es un regalo que te he dado, un reflejo de Mi propia Trinidad, de la comunión de amor que soy Yo. Y como todo lo valioso, requiere cuidado, paciencia y, sobre todo, Mi presencia en el centro.

No intentes llevar esta carga a solas. Háblame, exprésame tu angustia. No solo con palabras, sino con la confianza de un hijo que se abandona en los brazos de su Padre. Deposita en Mí esa preocupación, ese desacuerdo, esa herida que duele. Yo soy el Dios que sana, el Dios que restaura, el Dios que une lo que parece roto.

Te pido que, en medio de la dificultad, no te aferres al desánimo. Busca la sabiduría que viene de Mí. A veces, la solución no es la que esperas, pero siempre será la que te conduzca hacia Mi voluntad, hacia la verdadera paz. Permite que Mi Espíritu te guíe para decir la palabra adecuada en el momento justo, para ofrecer el perdón primero, para tender la mano aunque cueste.

Tu familia es Mi familia también. Mis planes para ella son de bien, no de mal. Confía en Mi poder para obrar milagros, incluso cuando la situación parezca imposible. Recuerda que con amor, paciencia y fe, las montañas se mueven y los corazones más endurecidos pueden ablandarse.

No te dejaré solo en esta prueba. Estoy trabajando, incluso cuando no lo ves. Sigue orando, sigue amando, sigue creyendo. Mi gracia es suficiente para ti y para tu hogar.

Mantén tu mirada fija en Mí. Yo soy tu roca, tu refugio, tu fortaleza en la debilidad. Y juntos, atravesaremos este momento, y la unión y la fe en tu familia se fortalecerán como nunca antes.

Confía en Mí.

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