Muro de peticiones

El peso que no sueltas

El peso que no sueltas

Seamos honestos por un segundo. Sin las máscaras que te pones para los demás (y para ti mismo), ¿a quién sigues culpando en secreto? ¿Qué viejo rencor todavía te irrita las entrañas cuando lo recuerdas? Sí, tú. No mires para otro lado.

Te encanta la idea del perdón, ¿verdad? Suena noble, espiritual, como algo que "deberías" hacer. Pero en el fondo, sigues alimentando esa llama de resentimiento, saboreando la "justicia" de tu dolor. Te aferras a la idea de que la otra persona tiene que pagar por lo que te hizo. ¡Despierta! La única persona que está pagando eres tú.

Ese "merecido" sufrimiento que le deseas al otro, esa lista mental de agravios que repasas por la noche, no le quitan el sueño a nadie más que a ti. Mientras tú te revuelcas en el pasado, la vida sigue, implacable, dejándote atrás, congelado en un invierno emocional que tú mismo has creado.

Deja de engañarte con excusas baratas: "Es que no se lo merecen", "Lo que hicieron fue imperdonable". ¿Y tú te mereces vivir así, cargando con ese peso muerto? El perdón no es un regalo que le haces al otro; es un salvavidas que te lanzas a ti mismo. Es la llave que abre la celda en la que te has encerrado con tu propio odio.

Así que suelta ya esa piedra helada que llevas en el pecho. Deja de aferrarte al frío. El perdón no te hace débil, te hace libre. Y la única pregunta que importa es: ¿prefieres seguir tiritando en la oscuridad de tu rencor, o te atreves a dar un paso hacia la luz? La decisión, como siempre, es solo tuya.

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